«Nunca nadie ha escrito o pintado, esculpido, modelado, construido, inventado
sino para salir realmente del infierno». (
Vincent Van Gogh)

domingo, 31 de octubre de 2010

La honestidad intelectual de Beatriz Sarlo

Transcribo la addenda que José Pablo Feinmann coloca al final de un excelente artículo La transformación del número en fuerza que publicó en Página 12 y que, si algo de lo que ha ocurrido con la muerte de Nestor Kirchner te ha conmovido, no podés dejar de leer completo (acá).
Addenda: Ya no leo los diarios de la derecha. Si hay algo que vale la pena, alguien siempre me lo dice. Esta vez me dijeron: “Leé la nota que Beatriz Sarlo publicó el jueves 28 en La Nación”. La leí. Dice: “Pensé también en los que formaron el lado intelectual del conglomerado que armó Kirchner. Con ellos he discutido mucho en estos años. Sin embargo, me resulta sencillo ponerme en su lugar. Muchos vienen de una larga militancia en el peronismo de izquierda; vivieron la humillación del menemismo, que fue para ellos una derrota y una gigantesca anomalía, una enfermedad del movimiento popular. Cuando los mayores de este contingente representativo ya pensaban que en sus vidas no habría un renacimiento de la política, Kirchner les abrió el escenario donde creyeron encontrar, nuevamente, los viejos ideales. Pensé que se engañaban, pero eso no borronea la imaginación de su dolor”. Hace muchos años que conozco a Beatriz. Sinceramente creí que el odio había extraviado su inteligencia durante los últimos tiempos. Y lo lamenté, sinceramente también. Esta nota que ha publicado, no sólo por estar al lado de la de un obsesivo y un tipo que me importa lo que pueda importarme un plumero, es de una nobleza excepcional. Si tu mano es una mano tendida, Beatriz, contá con la mía para estrecharla.¨ (el resaltado es mío)

Pero también quiero dejar linkeado el artículo de Beatriz Sarlo por la brillantez y por el valor que adquiere su escrito por haber sido ella una crítica muy fuerte del kirchnerismo, pero también por algo de mayor valor aún: su honestidad intelectual. Su artículo, pieza imperdible, se titula: La vida cara o seca y fue publicado en La Nación

Desde Río Gallegos

La resurrección

Al retirarse del cementerio de Río Gallegos donde despidió a su compañero político y sentimental de toda la vida, la presidente CFK entregó una definición que va mucho más allá del momento y el lugar en que la pronunció. “No vamos a cambiar justo ahora”, dijo con una sonrisa a pesar del dolor.

Por Horacio Verbitsky

Desde Río Gallegos

No era necesario ser creyente para sentir emoción durante la sobria y cálida ceremonia con que tres sacerdotes amigos de la familia Kirchner despidieron a Néstor, el viernes en el cementerio municipal de esta ciudad que él condujo, como intendente y gobernador. Todo transcurrió con una intensidad, un decoro y una ternura que ninguno de los privilegiados que pudimos asistir olvidará. Cristina quiso que la acompañara un centenar de personas, entre representantes de organismos defensores de los derechos humanos que llegaron desde Buenos Aires, familiares de Kirchner, unos pocos legisladores a los que siente próximos, como Agustín Rossi o Eduardo Fellner; amigos de toda la vida y compañeros de militancia, de ella, de Néstor y de Máximo Kirchner. En cambio, dispuso que los ministros y funcionarios no abandonaran el trabajo en Buenos Aires, con escasas excepciones como el jefe de gabinete Aníbal Fernández y su vice Juan Manuelito Abal Medina, y aquellos que acompañaron a los Kirchner desde Santa Cruz, como Julio De Vido, Carlos Zannini, Héctor Icazuriaga o Nicolás Fernández, o en la militancia setentista, como Carlos Kunkel y El Pampa Alvaro. Algunos que ignoraban la consigna, o que decidieron ignorarla porque necesitaban una foto, debieron volverse del Aeroparque sin asiento en los aviones, como el Procurador del Tesoro, Joaquín Da Rocha, el resistente.

Murió sereno


Mientras aguardaba dentro de la capilla la llegada de la comitiva, el padre de Plaza de Mayo Julio Morresi se acercó a María Ostoic y le dijo que con su hijo se había ido el mejor. “Ya va a venir otro”, respondió la madre del ex presidente, que al filo de sus 90 años mostró una serenidad asombrosa. Contó que en el rostro de su hijo muerto vio una expresión relajada. “Murió sereno.” Como quien reflexiona en voz alta dijo que el acto en el Boxing Club con los gobernadores le sonó como una despedida y que no entendió qué intentaba transmitir Kirchner cuando dijo que volvía a Río Gallegos. “Tal vez así impidió una tragedia mayor”, reflexionó, enigmática. No parecía que estuviera hablando de política. Suspiró y dijo: “Vuelve a la ciudad en la que nació. Los hijos deberían enterrar a los padres y no al revés”. Amigos de Río Gallegos contaron que Kirchner acababa de comprar una parcela en el cementerio local y que la noche anterior a su muerte había hablado de ello con Cristina. Los dos dijeron que no les gustaban los velorios en el Congreso, a cajón abierto, en los que los restos de lo que fue una persona quedan expuestos a las miradas morbosas de cualquiera. En la segunda fila de la nave escuchaba estos comentarios la hija menor de María Ostoic, María Cristina Kirchner, Macris o la verdadera Cristina Kirchner, como bromean los íntimos, a quien acompañaban sus hijos, un morocho fornido de 12 años y una señoritunga pizpireta de 11. Farmacéutica del hospital local, Macris rara vez viaja a Buenos Aires. Todos los Kirchner han heredado la nariz de María Ostoic, pero Macris comparte el rostro romboidal de su sobrino Máximo, a quien se parece más que a sus hermanos Néstor y Alicia. Máximo, que durante más de veinte horas no se separó de su madre en la capilla ardiente, se estremeció con un recuerdo al abrazar a un compañero en Río Gallegos. “Al matar a ese pibe en Constitución también mataron a mi viejo. Estaba indignado. Todos esos tipos tienen que ir en cana”, musitó. Junto con Cristina y sus hijos llegó su hermana, la médica Giselle Fernández. En la capilla también se abrazaron Alessandra Minnicelli, la esposa del encanecido Julio De Vido, quien hace apenas un mes perdió a su hijo Facundo, de 21 años, en un estúpido accidente cuando su auto mordió un cordón y embistió un poste, y la actriz Andrea del Boca. Hace cuarenta años ambas actuaron en Andrea, una película infantil filmada en esa misma ciudad. No habían vuelto a verse desde entonces. Se tenían de la mano, con los ojos empañados por el llanto.

La muy austera ceremonia ocurrió en la capilla del único cementerio de Río Gallegos, que no es privado por si hace falta decirlo, y estuvo a cargo de tres sacerdotes de estrecha relación con la familia Kirchner. Junto al espacio reservado para el féretro instalaron una corona muy sencilla, de pocas pero frescas flores, con una cinta argentina de plástico que sólo decía Cristina, Máximo y Florencia. No fue una misa, sino la lectura de un breve texto bíblico y una conversación entre amigos. Por eso el obispo Juan Carlos Romanín, quien desde el conflicto docente encabezó la oposición provincial, aceptó un consejo de conocidos cautos y se abstuvo de comparecer. Todos tenían presente el sonoro improperio, “Hipócrita”, con que un feligrés católico respondió a las melifluas palabras del cardenal Jorge Bergoglio, y el fastidio que causó la fugaz aparición para las cámaras en la Casa Rosada de Alcides Jorge Pedro Casaretto, luego de siete años en que ambos políticos episcopales trataron de hacerle las cosas difíciles a Kirchner y a su esposa en todo lo que estuviera a su alcance. Esa jerarquía tiene escasa relación con el gobierno pero preferiría que se notara menos. Lo siente como una capitis diminutio porque sólo se concibe como parte de una Iglesia del poder, aunque declame lo contrario. En cambio se comentaba con tolerancia, por su edad y porque nunca hostilizó a Kirchner, el rezo del jubilado obispo de San Isidro y Morón, Oscar J. Laguna, y con respeto la discretísima visita del arzobispo de Luján, Agustín Radrizzani, a quien CFK debió consolar cuando le tomó las manos en un pasillo lateral, lejos de la vista del público, y la de su predecesor, el jubilado Rubén Di Monte.

La última zambullida

Imposible imaginar mayor contraste entre el boato y la artificiosidad del rito celebrado en la Catedral porteña y el encuentro afectuoso entre viejos conocidos en la capilla patagónica. Sus paredes están pintadas de un vivo color salmón, y vidrios amarillos y ocre, sin iconos, filtraban la luz de un día nublado. Con su techo de madera clara y apenas una cruz como símbolo religioso, es tan despojada como un templo protestante. Allí se celebró la vida y no la muerte. La comitiva logró vadear con mucha dificultad y lentitud el río humano que se desbordó a los lados de la ruta desde el aeropuerto. Algunos presuntos buenos cuberos estimaron que se había volcado a la calle la mitad de los 117.000 habitantes de la capital provincial. Como hacía en vida, Kirchner se zambulló por última vez en la multitud. Al pasar por algunos barrios se veían más lágrimas que dientes. Unas pocas vallas cayeron por la presión humana y no faltaron empellones, entre petroleros y albañiles, a ver quién cuidaba mejor a Cristina. Los invitados por la presidente vieron por televisión en Río Gallegos cuando Cristina hizo detener el auto, bajó y les recriminó a los policías por empujar a quienes sólo querían despedirse de Kirchner. Fue un gesto como para que nadie tuviera dudas sobre el carácter de la persona al mando, a la que tantos se proponen ayudar, con las mejores o las peores intenciones. Los amigos de Santa Cruz acotaron que no era un gesto para los medios, que lo mismo hizo durante la campaña electoral con un custodio que empujó a un militante que intentó acercarse al helicóptero. “Las elecciones se ganan con votos y no con seguridad. Y los votos se ganan de a uno”, le dijo.

Resucitar en el pueblo


Dentro de la capilla, que terminó de construirse durante la intendencia de Kirchner, el cura Lito Alvarez recibió a la presidente y su familia. Cristina se sentó en la primera fila a la izquierda del féretro, junto con sus hijos, el gobernador Daniel Peralta y el presidente de Venezuela. A la misma altura, sobre la derecha, seguían su suegra, sus cuñadas y sus sobrinos.

–Este es mi cura preferido le explicó Cristina a Hugo Chávez Frías, señalando a Lito Alvarez.

–¿Y yo, qué soy?, protestó el sacerdote Juan Carlos Molina, el rubio alto de barba rala que durante las interminables horas del velatorio porteño permaneció de pie consolando a su amiga Alicia Kirchner.

–Bueno, los dos son mis preferidos. Pero no se hagan los locos, concedió Cristina

De pantalón y campera los dos, azul tejida Alvarez y de paño gris Molina, el único ornamento que cada uno lucía era una estola blanca, con cruces de color. Alvarez dijo que estaban allí para despedir al amigo y acompañar a su familia y que serían breves y cuidadosos, no fuera cosa que Néstor se levantara y les apoyara una de sus manazas en la cara y los hiciera callar con un “ya estásh diciendo macanas”. Leyó el bello párrafo del Evangelio según Mateo sobre el juicio final (25: 35/40) en el que Jesús dice a sus discípulos que el Reino de los Cielos se abrirá para ellos porque “tuve hambre, y ustedes me dieron de comer; tuve sed, y me dieron de beber; estaba de paso, y me alojaron; desnudo, y me vistieron; enfermo, y me visitaron; preso, y me vinieron a ver”. Los justos le preguntarán sorprendidos cuándo le dieron de comer y beber, lo alojaron y vistieron y lo fueron a visitar, y “el Rey les responderá: cada vez que lo hicieron con el más pequeño de mis hermanos, lo hicieron conmigo”. Luego, el cura Lito dijo que hablaría de la resurrección. Explicó que todos nos morimos, pero pocos dan la vida, como Kirchner la dio. Y que quienes dan la vida resucitan en el pueblo. “El pueblo argentino resucitó, porque estaba humillado y sin esperanzas y Néstor con sus actos se las devolvió.”

Alvarez, quien ese día cumplió sus 49 años, es el sacerdote de El Calafate a quien dos horas después de la muerte de Kirchner la presidente le contó cómo fueron sus últimos momentos de vida, desde que se desplomó en sus brazos luego de intentar incorporarse al sentir un dolor en el pecho y dificultad para respirar. La vio entonces, tal como horas después la vería todo el país, destrozada de dolor pero entera, afectuosa y preocupada por sus hijos. Lito le dijo que recién entendía por qué Kirchner la llamaba “Presidente Coraje”.

Caprichoso, caprichoso


Lo siguió en la predicación Juan Carlos Molina, quien atiende hogares para jóvenes con problemas de adicción en Caleta Olivia, en la provincia del Chaco y en Haití. Contó que durante el velatorio en Buenos Aires, Cristina pasaba la mano por el lustroso ataúd y como si acariciara a Kirchner le decía en voz muy baja “caprichoso, caprichoso”, que quería decir empecinado, cabeza dura. “Caprichoso, sí. Néstor era caprichoso y por eso el pueblo argentino está hoy como está y le responde como le responde”, dijo el cura. Dijo que Kirchner entró al salón de los patriotas latinoamericanos preparado con los atributos de presidente, pero que Cristina y Alicia fueron colocando sobre el féretro y a sus pies los regalos que la gente le fue alcanzando, “hasta que salió de allí como el hombre del pueblo, como un líder”. Cinco cajas grandes llenaron esos tributos populares. Como Sergio Soto es el primer nativo de Gallegos que llegó a cura, dijo unas palabras sobre su emoción al despedir al primer presidente nacido en Santa Cruz, así como Fernando de la Rúa opinó por televisión que la gran lección de estos días es que hay que respetar a los ex presidentes. Un parroquiano que lo escuchó después de asistir al velatorio, increpó al televisor en una parrilla de Buenos Aires: “Kirchner murió, vos mataste”.

Cuando terminó Sergio Soto, Juan Carlos Molina recordó que al asumir la presidencia Kirchner dijo que no dejaría sus convicciones en la puerta de la Casa Rosada. “Tampoco quedarán enterradas ahora en el cementerio de Río Gallegos”. Luego convocó a madre, hermanas, esposa, hijos y sobrinos de Kirchner a rodear el féretro y despedirse con alegría por la vida. Después de ese último abrazo, la presidente acompañó hasta el aeropuerto a Chávez, quien apenas pidió un viva por el ex presidente y otro por la Argentina. También ordenó que los miles de personas que esperaban en la calle pudieran entrar para despedirse de Lupo, como todos siguen llamándolo aquí, aunque para eso hubiera que postergar el traslado a la cripta familiar. Antes de irse, Cristina avanzó hacia las Madres y las Abuelas de Plaza de Mayo y se abrazó con ellas. “Viste, somos peronistas. Siempre andamos en medio del pueblo y el tumulto. No vamos a cambiar justo ahora”, me dijo con una tenue sonrisa y con una entonación endulzada por el dolor y el cansancio. ¿Quién que la conozca y no la subestime puede esperar otra cosa?


Fuente: Página 12

Para una madreselva (2)

Usted ¨dirá que soy una soñadora, pero no soy la única¨ (*)

La muerte de Nestor Kirchner permitirá tal vez que se vea lo que fue oprobiosamente negado por los multimedios: el amor de un pueblo tapado por la mentira, un pueblo pueblo, no ¨la gente¨, ese engendro lingüístico de significado neutro.

Salieron de todos lados: artistas, periodistas, niños, viejos, jóvenes y 8 presidentes de America Latina, de la UNASUR.

Con él lo que parecía imposible empezó a ser posible.








Fuente: YouTube

(*) John Lennon -frase agiornada-

jueves, 28 de octubre de 2010

Tu cuerpo, nuestro escudo


Cuando empiezan a entender ya no estás...


Pusiste tu cuerpo para poder encauzar a la patria
hacia un destino más justo
para mostrarnos el camino
para reencontrarnos con los latidos y la emoción

que habían quedado inutilizados por los golpes asestados
en los años de ignominia.


Te fuiste sin darte cabal cuenta
de todo lo que diste
y que hoy mucha gente ve, siente
y comprende atónita y dolorida
no haber descubierto antes
la verdad de tu pasión.

Te fuiste sin darte cuenta que tu juramento fue el de un patriota
que no abjuró jamás lo prometido
y que por no traicionarlo te castigaron con injustos ataques
desprecios y denigraciones.

Pero la vida suele proceder de maneras sorprendente
haciendo que a veces sólo se pueda comprender después

cuando se mira hacia atrás
en esa retrospectiva próxima
y de nuestra historia toda
una y otra vez signada por la tragedia.


Pusiste tu cuerpo como escudo
para desviar los caminos
de la injusticia
para soportar la maledicencia
y el no reconocimiento egoista de los
intereses siniestros.

Cuando el cuerpo muere se ve el alma con más nitidez

pero fue tu alma desde tus primeros actos
la que despertó la mía

cuando desde el principio tus irreverencias
ponían en evidencia
que se podía luchar
contra el poder incólume de la dominación.

Vivirás por siempre en mí y en el pueblo renacido
porque lo que sembraste
va mostrando sus brotes
uno de ellos es este amor que te profeso
y el de tantos jóvenes que llevarán tu legado
en las banderas de su lucha.


Te interesabas por lo que duele y dónde duele
porque era lo que a vos te dolía:
eso veías y ese fue tu destino que está germinando en la patria.

Porque tu lucha no fue un juego de idealista nostálgico

fuiste entregando tu vida de a poco y vos lo sabías
por eso querías volver al Calafate, cansado ya,
por eso tus ojos tristes de los últimos tiempos
y esa mirada perdida de vez en cuando
tal vez rogando a tu corazón que aguantara un poco más.

Nunca milité en las calles pero siempre fui tu soldado en mi corazón
desde que empecé
a ver que eras diferente
siempre estuve aquí en este rinconcito bloguero

que contenía mi angustia
insoportable
al ver cómo te atacaban tan injustamente y sin comprender.

Tu irreverencia ahora se queda en nosotros
en esos llantos y los gritos
frente al féretro golpeando la emoción que se contiene
en esta manera tan tuya de entrar en la inmortalidad y de traspasarnos el corazón.

Gracias Nestor por tu amor, por el mío y por el del pueblo
y por dejarnos a Cristina que cuidaremos como vos la cuidabas.

Gracias por devolverme a la vida y a la pasión.

Hasta la victoria siempre.


lunes, 25 de octubre de 2010

Carta abierta a Jorge Lanata

Por Hugo Presman

Hace varios días que he estado dando vueltas con la intención de escribirte. Lo hago sin otra autoridad que el haberte abierto mi casa para que entraras en forma de voz (la radio, con programas como Hora 25, Lanata AM), la imagen (televisión, Día D, Después De Todo), la prensa escrita (Página 12, Crítica, Revista XXI, XXII, XXIII), libros (Cortinas de Humo, La guerra de las Piedras, Polaroids, Historia de Teller, Argentinos, ADN, Hora 25, Muertos de amor) y varios documentales que realizaste. En una oportunidad fui al programa de radio que hacías en la Rock and Pop, para ver cómo trabajabas. Soy un oyente radial veterano, de más de sesenta años, y recién hace 12 pude darme el gusto de conducir y coconducir programas de radio. Fui periodista siempre, aunque no ejercía profesionalmente ocupado en la militancia universitaria y política, en la docencia universitaria y en las actividades inherentes al contador público.

Muchas veces he dicho ante el micrófono que fuiste uno de los periodistas más originales en las últimas tres décadas. Innovaste en Página 12, en día D, hiciste un buen programa como Hora 25, y algunas cosas recordables de fuerte impacto en la revista XXI como el agujero en la tapa en uno de sus primeros números. No me olvido de una actitud tuya valiente e inusual como la denuncia por irregularidades de una empresa que publicitaba en tu programa.

Continuá leyendo esta carta imperdible en el blog Hugo Presman

domingo, 24 de octubre de 2010

Quién mató a Mariano?

¨...el trayecto de la bala que mató a Mariano comenzó antes de que él naciera y contó con una extensa cadena de complicidades¨ (Horacio Verbitsky ¨Las vías del hecho¨).

sábado, 16 de octubre de 2010

Conviene estar informado

Algunas reflexiones sobre el intento de golpe en Ecuador

Por Pedro Brieger


El intento de golpe de Estado contra el presidente Rafael Correa el 30 de septiembre ratifica lo que venimos sosteniendo en esta columna ya hace unos años: la mayoría de los gobiernos que llevan adelante reformas estructurales y desafían el poder de algunos sectores de las clases dominantes están siendo desestabilizados para que caigan a corto o mediano plazo.

Más allá de las intenciones iniciales -u ocultas- del levantamiento de los policías y las ocupaciones de los aeropuertos de Quito y Guayaquil, el objetivo era deshacerse de Correa. En este contexto, se debe dejar en un segundo plano el debate teórico sobre las categorías a utilizar para definir un golpe de Estado o cuáles son las semejanzas y diferencias con otros recientes intentos golpistas y con los golpes cívico-militares de los años sesenta y setenta.

Más allá de las particularidades de este caso hay que observar el contexto global latinoamericano y no hay que perder de vista que en los últimos años han existido movimientos desestabilizadores en Venezuela, Bolivia, Argentina, Paraguay, Nicaragua, Honduras o Ecuador. En algunos casos se involucraron sectores de las Fuerzas Armadas. En otros, movimientos civiles de todo tipo que buscaban minar el poder de estos gobiernos, extenuarlos, debilitarlos, impedirles gobernar, forzar renuncias o directamente derrocarlos.

Tampoco es casual que los medios de comunicación opositores estén minimizando lo sucedido y negando que hubiera habido un intento de golpe de Estado. Es más, subrayan que la culpa de todo la tiene Correa, de la misma manera que Manuel Zelaya fue “culpable” de atreverse a convocar una Asamblea Constituyente para reformar la constitución.

Hay que destacar la rápida reacción de UNASUR. Mientras la OEA emitía un comunicado de condena a la ruptura institucional, y el Departamento de Estado desde Washington condenaba la violencia en general y de forma abstracta (casi como esperando a ver el desenlace), UNASUR convocó de urgencia a las presidentes para reunirse el mismo jueves 30, viajar a Quito, y manifestarle su apoyo a Correa. Los reflejos del bloque muestran el aprendizaje de lo sucedido en Honduras en junio de 2009.

Aunque muchos señalen que Rafael Correa sale fortalecido del intento de golpe de Estado su situación no es sencilla ya que enfrenta una profunda crisis política. Además, carece de un partido político organizado, está enfrentado a gran parte de los movimientos sociales -en particular a varios sectores indígenas- y en su gobierno hay pujas internas que lo debilitan. Por otra parte, una vez más ha quedado demostrado que no alcanza con poner dirigentes progresistas al frente de la policía y las Fuerzas Armadas para que éstas apoyen un proyecto inclusivo de las grandes mayorías. Cuesta creer que ahora se “disciplinen” o que las poderosas clases dominantes y los medios de comunicación se crucen de brazos mientras Correa intente reorganizarse para consolidar su poder.

lunes, 11 de octubre de 2010

El racismo apunta al ser del sujeto

Hoy quiero discriminar a los que discriminan ya que el lenguaje no me permite otra cosa. A los que se creen superiores por una cuestión de estatus, raza, color o ideología.

A los que se embanderan en un pseudo concepto de democracia para nominar peyorativamente de populista a las acciones de un gobierno que intenta aproximarse, saltando infinidad de obstáculos, a una distribución más equitativa de la riqueza.

A los que tildan al programa 678 de prapaganda nazi porque repite las ideas sin poner en cuestión la hartante repetición en ¨sus¨ medios. Estos monopolizan las descalificaciones, explícitas o implícitas, vehiculizando sus nunca confesos deseos diariamente, en todas las editoriales, comentarios, zócalos, entrevistas, etc..

Si hay propaganda ¿dónde está?. ¿No es propaganda que la tapa del día de Clarín o La Nación sea repetida sin cambiarle una letra en todos los noticieros y programas de color político y en las propagandas de dichos programas?.

¿Hay acaso algún atisbo de intervención de la subjetividad del periodista que transmite la ¨noticia¨ o simplemente él obedece a un mandato de repetición incuestionable?. ¿Dónde están los matices personales del periodista? ¿Dónde está el periodista?

Cuestionan a la Presidenta porque twitea. ¿Por qué?. No lo hacía Barack Obama tal vez y era considerado re-piola?. Todo lo que hacen o tocan los Kirchner se transforma en objeto de denigración. ¿No es eso mentira o adulteración de la realidad? ¿Por que no habría ella de conectarse en forma directa si en los tan democráticos multimedios o bien no transmiten su palabra textual o bien la tergiversan?. Yo tengo twiter nada más que para leerla en forma directa, para saber qué piensa, qué le pasa, qué está haciendo, con qué se encuentra cada mañana, para vacunarme contra la inducción mediática y desangustiarme un poco de los efectos de la maledicencia tendenciosa.

Ya vienen hace rato bajando línea, digo repitiendo constantemente, decretando la muerte del kirchnerismo. No sean tan obvios al expresar su deseo señores. Para que muera el kirchnerismo tendríamos que morir nosotros -al menos el 30% de la masa votante- los que apoyamos este proyecto aún con sus falencias y sus realizaciones no alcanzadas.

¿Por qué ustedes, señores democráticos, quieren borrarme de un plumazo?. ¿No es eso nazismo?. ¿Hitler no borró de un calcinante plumazo a los judíos, homosexuales y todo aquel que fuera decretado previamente como impuro, sucio?. ¿No es racismo lo que hacen ustedes?. ¿Por qué no podemos existir si el kirchnerismo fue votado por el pueblo y no ha asesinado a nadie?

Si los Kirchner no hubieran tenido la muñeca que tuvieron, hoy día ya habríamos tenidos otros 5 presidente en una semana - no sé si me explico - con todas las cosas que hicieron los medios devenidos en oposición, para provocar un golpe institucional o tradicional o de la índole que sea.

Muchos de los que hoy quieren limpiar al kirchnerismo han pertenecido a gobiernos que tienen sangre y demás ¨yerbas¨ en su haber, Videla, de la Rúa con la Alianza, Duhalde. Nunca hubo un muerto en 7 años de gestión kirchnerista aunque muchos trabajaron para que lo hubiera.

Nestor no se puso una Corte adicta como lo hizo Menem para que lo tapara, todo lo contrario y esa Corte independiente de verdad, nunca le falló en contra en cuestiones de su patrimonio. Por eso nadie mejor que Kirchner tiene derecho a protestar contra esa misma Corte - porque al dejarla independiente él también es independenciente - cuando esta se aviene a recibir demandas cautelares contra una ley del congreso que podrán ser legales pero no legítimas.

Pero nunca va a haber valorizaciones positivas para los Kirchner, no sólo para sus respectivos gobiernos, sino y lo que es mucho más grave, para sus personas. El racismo apunta a la esencia, al ser mismo, a nominarlos peyorativamente primero para luego denigrarlos, menospreciarlos, desautorizarlos, descalificarlos hasta finalmente lograr tener el justificativo para aniquilarlos.

Pregunto: el nazismo ¿dónde está?

domingo, 3 de octubre de 2010

Más allá de los juegos del lenguaje


Dice Pablo Feinmann (6:54):

... ¨Lo increíblemente notable es que a partir del estructuralismo y el postestructuralismo y el postmodernismo, toda la filosofía europea se basa en Heidegger y en la lectura que Heidegger hace de Nietzche. O sea, a partir de 1965 toda la filosofía europea está basada en un tipo que fue nazi.

El giro lingüístico recluye a la literatura en el lenguaje
. Aparece Jacques Derridá y Jacques Derridá te dice ¨no hay un más allá del lenguaje¨. Bueno flaco si no hay un más allá del lenguaje entonces lo único que hay son los infinitos juegos lingüísticos que los lingüistas y los teóricos críticos y los semiólogos hacen con los textos y la realidad es otra cosa. Entonces lo que yo le digo a Derrida, cuando hablo con él muy a menudo, antes de que se muriera, mirá cómo que no hay un más allá del texto, más allá de Mi Lucha, más allá de Mein Kampf, está Auschwitz¨
Fuente: Sintaxis Tomo IV José Pablo Feinman (YouTube)

Sobre un poeta

Para entender a un autor hay que leer su texto
hasta encontrar entre sus líneas su pregunta esencial.
En su decir se lee lo que de la semilla se expresa en flor.

¿Por qué está triste el poeta?
porque es imposible el afán de su paradójica existencia
porque es la tristeza su esencia de poeta.

La flor es la raíz como el poema la tristeza.

La palabra, esa tan engañosa de significaciones,
desvela sus esfuerzos en pos de las causas cuánticas, científicas
y el pensamiento apropiador de palabras cava y socava buscando un núcleo de partícula verdadera.

Vano y permanente intento que nos entre-tiene hasta la muerte
entre-tanto creemos ser esto o lo otro o no ser como otra manera de ser
lúcidos y talentosos

El poeta no busca por las causas ni razones ni el primer motor inmóvil ni los protones
la épica de su vida cabalga por la tierra entre lenguajes
y sin siquiera comprender busca romper, separar de las palabras las significaciones
creando otras realidades, del ensueño y la belleza, de pequeñas verdades y deseos
desterrando los tiempos ya vividos juega a volver a hablar con las palabras
ubicando el instante en un mundo sin lugares.

Destino

Deslizábase, húmedo el cielo y el mar embravecido,
por la grisácea ruta
empapada su mente en vividas sensaciones
huidizas e inefables
Avanzaba el sendero tantas veces recorrido
como su caminar por el mundo
tantas veces transcurrido.
Agotábase su tiempo lo sabía y sin respuesta aún a su pregunta eterna
avizoraba un final insatisfecho
sin jactancia ni melancolía
Soportaba su andar sin emitir demanda
sabiendo que del oro perdido aún quedaba
un ténue brillo en los rincones de su alma
Sabíase diálogo consigo alrededor de su incognita peremne
que la situaba siempre en el punto de partida
en sus soledades de amor impenitente
en su amar sin ser amada y en ser amada sin ver
Volvíase de nuevo a ese encuentro de envolventes sensaciones
de otrora hogueras encendidas
aún de fulgores no extinguidos
Y en ese ver vióse como ardiente flor de pétalos
en su irrevocable destino
de morir al ser cortada o languidecer dejada.