«Nunca nadie ha escrito o pintado, esculpido, modelado, construido, inventado
sino para salir realmente del infierno». (
Vincent Van Gogh)

domingo, 15 de julio de 2012

La vida y los discursos

Interesante reflexión de Vicent, publicado en La reconciliación, acerca del transitar por los discursos, según Lacan, para mantener un equilibrio emocional.

¨Todo el mundo necesita transitar de vez en cuando por todos los discursos que plantea Lacan para el ser humano, que básicamente son cuatro o cinco, pudiendo haber más si incluimos el religioso y algunos más residuales.

Una persona estable psicológicamente necesita pisar todos los discursos todos los días, tener un equilibrio entre todos, otra vez vuelvo a decir, cuatro o cinco, es decir, básicamente el capitalista, el del dueño, el universitario, el del analista y el histérico (Ver en este blog el artículo "Teoría de los cuatro discursos de Jacques Lacan").

El barón soltero vive normalmente o solo o con su madre, y tiene como partenaire esta mujer, o tal vez un amigo o amiga, con lo que normalmente si es la madre quien complementa el soltero hace que esté la mayor parte del tiempo al discurso histérico, y por tanto como este es el de la histeria puede quedar en muchos momentos castrado, por la "medusa" simbólica que supone el amor de la madre.

Y hay que, de vez en cuando, salirse de este discurso encontrando una mujer, que a pesar de no ser la suya, es decir, a pesar de ser una mujer fuera del matrimonio o de la creación de una pareja estable, con
todas las dificultades que este logro tiene para un soltero; esta mujer puede ser una prostituta que haga despegar algún tiempo al soltero de su madre como partenaire, para así hacerlo viajar por los cuatro, cinco u ocho discursos humanos y mantener la estabilidad psicológica de la persona en cuestión.

De todas maneras el amor o la relación de partenaire no con una, sino por su carácter de intercambio capitalista "varias prostitutas", crea en el individuo en un primer contacto una permanencia muy larga a lo largo del día al discurso capitalista, lo que puede traer cambios en su personalidad, no es lo mismo una satisfacción onanista que pagar por los servicios de una mujer con todo lo que esto conlleva. Sin obviar los peligros de anclarse a este discurso, puede servirle para desancorar, momentáneamente de su madre y del tan molesto discurso histérico, aunque también necesario, para llegar a alcanzar su último deseo, es decir la preponderancia en un discurso donde se sienta más cómodo, que sólo la persona puede averiguar con un diálogo consigo misma.¨


1 comentario:

  1. La verdad es que he visto el artículo como una especie de vínculo amistoso contigo, al verlo, digo, reflejado en tu bloc.
    Estoy y me deja muy contento.

    Un fuerte abrazo

    Vicent

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