«Nunca nadie ha escrito o pintado, esculpido, modelado, construido, inventado
sino para salir realmente del infierno». (
Vincent Van Gogh)

domingo, 2 de mayo de 2010

Desde un rincón de mi cuarto



Hoy no puedo escribir... me dan risa los humanos, me da risa de mí, me muero de risa al verme buscando y buscando en todos los cajones, en los libros viejos, en las partituras amarillas, en los trastos del desván, eso que brilla para mí, fugazmente, de vez en vez. Esa cosa que imagino, que me creo y no me creo, hace que hoy me encuentre intentando sentir que no es mentira, que lo que invento es lo que veo, que cuando pienso y lo digo no son palabras huecas.

Quiero y no quiero que irrumpan las tinieblas en mi texto, por un lado no me importa de ustedes que me leen y por el otro no quiero que me dejen. Más no voy por eso a escribir para que gusten mis letras y a mi me dejen vacía. Mas bien quiero hacerme añicos en la estética y la forma, provocar a los fantasmas que aparecen en mis noches, encender el fuego de mi averno, escribir las líneas sin que lleguen a gustarme, esas que me arrastran a la puerta que separa mi razón de la locura y aguantar esa tensión de resistir y avanzar hacia un punto sin retorno.


Fuente de la imagen:
el blog de Jorge Castelldefels, Barcelona, Spain

4 comentarios:

  1. Me suena loco, te voy a mandar energía positiva.

    ResponderEliminar
  2. Maravilloso que el hueco de su almohada se llene de palabras "huecas". No deje nunca de soñar ... en los sueños somos libres. Hermosa prosa !

    ResponderEliminar
  3. !si!... no me queda otra que escribirte desde lo que a mi me sugiere, "si, si es por ahí... dale dale".
    No sé, como sé.... pero sé que es por ahí con esa tensión...dale dale no te asustes siempre hay retorno.
    !Un delirio el mio caléndula!, tomalo como de quién viene.un abrazo.

    ResponderEliminar
  4. Para que valga la pena escribir bastará con que lo absoluto se cuele en algún verso, o en una palabra cuyo significado trascienda, hasta desvirtuarlo, su uso cotidiano. Donde el que escribe sea lo que escribe y viceversa. Momentos que no pertenecen ni al sueño ni a la vigilia, momentos que lamentablemente escasean.

    ResponderEliminar